Utilizamos materiales, métodos y técnicas de la antigüedad:



MATERIALES
Soporte escrito:
– Cordero natural
y vitela de piel de cabra
– Papiro (para exposición)
Reparación de vitela
– Polvo de piedra pómez
– Arena de resina
Tintas:
– Hiel de hierro
– Madera de Brasil
– Cuerno de alforfón
– Negro de vid
– Carbón vegetal
– Nogal
Instrumentos escritos:
– Codorniz
– Caña
– Pluma de caligrafía
– Estilete de plomo de plomada
Dorado
Oro de 23 K y hoja de plata
– Dorado plano tamaño:
Goma amoníaca y glaseado
– Tamaño del dorado en relieve:
(fórmula de Cennini):
Mientras que el plomo
Gesso sottil liso
Cola de cuero
Bole armenio
Azúcar
Pintura
– Témpera al huevo:
Pigmentos:
– Negro marfil
– Cinabrio
-Ocre rojo
– Azul ultramarino
– Ocre amarillo
– Ocre quemado
– Siena quemado
– Verdigris
Portada del libro
– Base: 2 piezas de 400
años de antigüedad certificados
de nogal caído.
– Tallado en hueso
– Piedras semipreciosas:
Zafiro
Amatista
Topacio
Aguamarina
Zircón
Granate
Citrino
Turquesa
Circonio
– Cuentas de vidrio soplado a mano
– Madreperla
TÉCNICAS
Encuadernación:
– A mano
Caligrafía
– Escrito a mano
Pergamino
– Elaborado a mano
Pintura
Pinturas originales
utilizando una combinación
de témperas al huevo ya preparadas
y temple al huevo
realizadas en nuestro estudio
mediante la molienda de pigmentos históricos
y yema de huevo
Tintas
Las tintas antiguas están hechas a mano por el químico Lucas Tucker
Dorado
– Dorado plano
Tamaño: Goma amoníaca y Glair
– Dorado en relieve
Tamaño: Fórmula de Cennini
Cuentas de vidrio
Sopladas a mano por la Real Fábrica de Cristales de La Granja (España), una de las más antiguas de Europa.
LA HISTORIA DE NUESTRO PERGAMINO
Siguiendo el antiguo proceso de curtido artesanal que ha permanecido prácticamente inalterado durante los últimos 13 siglos, las pieles se raspan, se limpian y se sumergen en agua, cal y otros ácidos naturales para limpiar y eliminar todo el pelo, la grasa y otros tejidos de cada piel.
Después, se secan y se estiran en bastidores de madera. Se pulen y bruñen a mano por ambas caras y, por último, se cortan y clasifican según su calidad y uso previsto.
Sólo las mejores pieles se seleccionan a mano, una por una (ver a Ramón en la curtiduría). Estirarlas y enmarcarlas en un marco de madera con herramientas antiguas es un oficio delicado y suave. Cualquier grieta o desgarro hace que la piel sea inutilizable.

Ramón at the tannery
Parchment washing
Parchment scraping
El pergamino es un material de escritura con un largo y arduo proceso de fabricación, ya que la piel del cordero del que está hecho -normalmente cordero, cabra, oveja o carnero- debe ser tratada específicamente para que sea un material útil y duradero. Su nombre proviene de Pérgamo, una ciudad de Asia Menor, fundada por Filetero en el año 238 a.C.
Según el escritor latino Plinio, el rey Atalo I fundó la biblioteca que alcanzó su apogeo con el rey Eumenes II (197 a 158 a.C.); en ella había 200.000 volúmenes. Esta biblioteca competía con la de Alejandría de tal manera que, según la tradición, el rey egipcio Ptolomeo Filadelfo dejó de suministrar papiros a la ciudad de Pérgamo. Como consecuencia de ello, la ciudad de
Pérgamo desarrolló y mejoró la fabricación de este material de escritura para sustituir al papiro. Sin embargo, la primera evidencia del uso del pergamino es muy antigua: data de 2700 – 2500 a. C., durante la cuarta dinastía egipcia.
Según Heródoto y Ctesias, era muy utilizado entre los persas, aunque el pergamino más antiguo que se conserva es del siglo II a. C., contiene un texto griego y procede de Dura Europos. Entre los griegos era conocido como dipthéra y entre los latinos membrana, nombre que se utilizaba comúnmente durante la Edad Media, como el de charter membranacea.
El nombre de pergamino proviene de la expresión membrana pergamenea, que se utilizó por primera vez en el edicto de Diocleciano del año 301 a.C., conocido como Edictum de pretiis rerum venalium; el término pergamenum fue utilizado por San Jerónimo (330 – 420). El pergamino fue el material de escritura favorito en los siglos III y IV, hasta la introducción del papel por los árabes en Europa a finales del siglo VIII. Tras su difusión, siguió siendo el material preferido para los manuscritos iluminados durante mucho tiempo.
El método utilizado para obtener el pergamino comienza con la selección de las pieles, una por una, cuando aún tienen lana y pelo. Una vez seleccionadas las pieles, se ponen en remojo en una solución de agua y cal viva durante mucho tiempo, removiéndolas periódicamente para mojarlas todas. Tras esta fase, y con las pieles aún húmedas para facilitar el trabajo, se raspan manualmente, utilizando como herramientas cuchillas de hoz o de hoja curva, y eliminando todos los restos de carne que puedan quedar.
Este es un trabajo que requiere mucha experiencia y habilidad para no dañar la piel mientras se realiza. Tras esta operación, las pieles se vuelven a poner en remojo, sin lana, pelo ni carne, en agua clara durante varios días para que queden bien limpias y sin cal. El proceso de secado se realiza apretando las pieles una a una sobre un bastidor de madera para controlar su grosor y mantener las características de uniformidad del pergamino. Durante este periodo de secado, la piel se pule por ambas caras con una piedra pómez para conseguir un alisado natural. Una vez realizada la limpieza y la selección del grosor y el color, se aplica una resina natural sobre las pieles para facilitar la fijación del oro y las tintas.





